Saturday, October 31, 2009

Siempre los cariñitos me han parecido una mariconez… / de cómo se me da eso de ser tan mariquita.

Hablar en diminutivo nunca me gustó, cuando estaba en la escuela odiaba que me los demás lo hicieran. Me parecía tan estúpido, pero a la vez prefería quedarme callada. Será que gusto poco de meterme en problemas. Sin embargo odiaba en demasía eso de hablar en diminutivo para expresarle el afecto a alguien. Pero en materia de hacerle a los cariñitos, soy una máster. ¡Já! y es que se me da de una manera tan natural que sin darme cuenta me voy convirtiendo de toda una nena a una mariquita en potencia. Y en verdad lo disfruto. Soy genial escribiendo cartitas, elaborando tarjetas y eligiendo el regalo y la envoltura perfecta para esa persona perfecta… Adoro los detalles. Y lo hago sin esperar que los tengan conmigo. Y es que, he aprendido que, (por lo menos para mí), lo mejor es dejar de esperar…

De igual manera sé que nunca comprenderé enteramente el por qué disfruto tanto las canciones tristes. Algo hay de placer en ese dolor interno de escuchar versos y melodías cargadas de melancolía y desconsuelo, un gesto masoquista en las tonadas adoloridas y los gritos de fracaso y abandono…
Será que me gusta la tristeza y será también que soy, desde siempre una persona triste. Una mariquita triste.

1 comment:

  1. Otra frase más que me gusta... "lo mejor es dejar de esperar…"

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