Friday, October 23, 2009

Mis amigos me cubren cuando voy a llorar...

Introduciendo: Cuando yo tenía quince, mi mamá se fue de la casa, pues la tensión entre mis padres era terrible; llevaban 4 años sin dormir en el mismo cuarto y toda una vida de no-quererse. Los trámites de divorcio siempre fueron una basura, las riñas hicieron que mi hermano mayor se fuera pa'l otro lado en cuanto terminó la carrera y bueno, toda una serie de sucesos deprimentes que llevaron a mi mamá a tomar aquella decisión. 
La cosa se puso fea, y obtuve la fama de llorona. Todos los martes, en clase de mate, lloraba como Magdalena porque no entendía nada, los jueves, en Ética, lloraba como Magdalena porque la cosa giraba al rededor de la familia que yo ya no tenía, los lunes, en Historia, no lloraba, me gustaba la materia. El caso es que al principio del año escolar, mis amigas, en efecto, me cubrían cuando iba a llorar, ya lo tenían bien calculado, 'Adi empezaba a llenar el Lago de Chapala a las 2:05 casi todos los días'. Ay, qué feo fue primero de prepa, y más hoy, que me doy cuenta de cómo sólo me quedé con una de todas las amigas que me cubrían cuando lloraba: Liz. 


Desarrollando: En el transcurso de esta semana sucedieron un par de cosas responsables de que la introducción de mi texto se quedara en eso, la introducción. 
Lamento tener que decir lo siguiente: Ya no tengo amigos que me cubren cuando voy a llorar, sólo Liz, quien bueno, es más que suficiente. Aquí la historia: 
Ella, Liz, siempre nos ayudó a todos, en todo; de no ser por ella, no hubiésemos tenido viaje de graduación ni en secundaria, ni en prepa; no nos hubiésemos unido tanto, y los eventos con los que recaudamos dinero, jamás habrían visto la luz del día de no ser por ella. Admito que yo era la amargada del salón, pero Liz siempre fue, es y será, mi mejor amiga, así que, a regañadientes, accedí a todo. Hubo incluso una vez en la que nos organizó en segundo de prepa para juntar dinero cada que alguien cumpliese años, y así lo hicimos, fue un gran detalle. Cosas de ese tipo hacía ella.


Resulta que la semana pasada salimos las dos, y en el camión que venía ella, le robaron su cámara. Hicimos de todo para encontrarla, pues creíamos al principio que se trataba de un extravío, finalmente nos dimos cuenta de que no: Se la robaron.
Justo cuando llegué a mi casa, hice una nota de Facebook convocando a los que habían sido mis compañeros y amigos, para pedirles su apoyo. Pretendía recaudar un poquito de dinero para Liz y que así fuera menor la carga de comprarse otra cámara. Muchos dijeron que sí, otros no abrieron la boca.
El domingo me llegó un mail diciendo que TO-DOS estaban enojados porque 'les había pedido dinero', que si hacía un evento, quizá apoyaban: WHAT?!?! Me enojé, pues cómo no, lloré, pues cómo no, pero esta vez, ningún amigo me cubrió, sólo mi novio (¡¡gracias!!).
Decidí dejarlo correr y aún así los cité cierto día a las 6 de la tarde para que reuniésemos el monto. Me parece que fue el miércoles de esta semana que he estado enfermísima de la garganta y con una infección terrible en el oído, pero en fin, los compromisos son compromisos: Estuve una maldita hora esperándolos a todos... Nadie llegó, ni un alma, NADIE. Quise llorar, pero ¿para qué? No servía de nada. 


Aún no creo que luego de todo lo que Liz hizo, se hayan comportado así de 'caca secas', como dijo mi papá. Lo que más coraje me da, es que se está organizando un viaje, para el que claro, ¿porrrr qué no? todos tienen dinero. Hijos de...
Mis 'amigos' no me cubren ya nunca. Y ahora soy una drama queen. 

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