Thursday, November 26, 2009

el mundo se va a acabar

it's the end of the world as we know it and I feel fine

Me despiertan los gritos de mi madre totalmente ofuscada, miro de reojo un poco las escenas que transmite la televisión, miro el intenso color rojo que esta mañana tiene el cielo, de pronto lo comprendo todo. Todos sabíamos que un día iba a ocurrir, y hoy, el fin del mundo como lo conocemos ha llegado!

Salgo a lo que antes era una ciudad civilizada con toda la calma; y puedo ver a la gente corriendo en medio de la desesperación y el caos total, en la calle veo como se desprenden los fragmentos del suelo y el fuego brota desde lo más profundo del planeta, veo a las madres desconsoladas abrazando a sus hijos que apenas acaban de aprender a caminar, los niños de 10 años lloran sin saber porque.

Hay muchos hombres tirándose al vacío desde las ventanas de los pocos edificios que aún no se han caído, a lo lejos veo caerse los monumentos que hasta hace poco eran el símbolo de esta urbe. -Ja, nunca había visto tan de cerca el Ángel de la Independencia- pienso para mis adentros.

Mi celular sigue sonando desde que salí de mi casa, ni siquiera pienso ver quien está gastando sus ultimos momentos en marcar mi teléfono. Yo por mi parte esquivo los carros que se encuentran abandonados y deshechos en la calle, estoy más preocupado por llegar a tiempo a mi destino que por evitar las agresiones de aquellos que se han desquiciado.

A lo lejos escucho un ruido, es un arma de fuego, miro mi tórax y está sangrando, me acaban de disparar, no importa porque ya casi llego, a lo largo del camino los tumultos de gente muerta por las banquetas impiden que avance más a prisa.

Por fin llegué, si, estoy afuera de tu casa, que mejor forma de morir que comprobar que la justicia divina existe, he gastado los últimos momentos que me quedan a mi y a toda la humanidad solo para ver que cumplas la promesa que me hiciste algún día, estarás conmigo hasta el final.

Tuesday, November 24, 2009

It´s the End of the World as We Know it and I feel fine

Si hoy fuera el fin del mundo, me gustaría comer con mi familia, pasar un rato con mis papás, agradecerles todo lo que han hecho por mí, convivir con mi hermano, reírnos de algunas viejas historias.

Si hoy fuera el fin del mundo, me gustaría una reunión de Los Absolutos, palomear un rato con Romay y Huertz incluidos, quizás una pequeña sesión de Rockband y de ahi lanzarnos a echar la reta, un último partido contra el equipo del Chescos.

Si hoy fuera el fin del mundo, me gustaría verte y decirte cuanto te quise, aunque creo que eso tu lo sabes muy bien. Decirte que siento mucho que no la hayamos "armado". Ir a verte y agradecerte por meterme en terapia de amor intensiva, darte ese beso que ya no podre darte después.

Si hoy fuera el fin del mundo, me gustaría sentarme a oír las bellezas dentro de mis discos favoritos, oir todas esas frases, acordes y notas que me inspiraron a tantas cosas, que me llevaron hasta donde estoy. Ver mis partes favoritas de películas que me impactaron con sus diálogos o sus escenas extraordinariamente dirigidas.

Para terminar, quisiera ir al terreno, mi segundo hogar, ponernos a contar esas anécdotas que hemos contado millones de veces, tomarnos unas cervecitas y ponernos a jugar Halo, esperando lentamente el final.

Friday, November 20, 2009

de héroes y así…

There goes my hero, watch him as he goes…

Cuando escucho la palabra “héroe” no puedo evitar pensar en aquellos personajes superdotados de las películas y los cómics. Aquellos que visten de manera espectacular, que con un par de movimientos logran salvar al mundo del caos total y a los que todos terminan amando, admirando. Hasta hoy yo no he conocido alguno. Hablar y escribir sobre ellos, los héroes, me es difícil, complicado…
Entonces miro a mí alrededor y busco un algo, algún indicio que me haga sentir cerca a uno de esos, los tan afamados héroes… Y nada aparece. No en mi mente, no en mi espacio. Hasta ésta mañana…

Aparece en escena un niño pequeño, su enorme afición por Michael Jackson y la ilusión de participar en la muestra de talentos de su escuela; y una madre (su madre), que se apropia de esa ilusión como si fuese suya y comienza a preparar todo lo necesario. Confecciona un traje la noche anterior: un saco de lentejuelas, un sombrero negro, el guante blanco y brillante; los zapatos, el pantalón…
Y el momento de la presentación llega, el niño se para en el escenario. La música comienza y su mamá no puede perdérselo, lo observa emocionada desde el público. Está en primera fila, corea la canción, le ayuda desde lejos con algunos pasos de baile, grita, ríe, se emociona. Es su mayor fan, es la más feliz, la más dichosa y eso para mí, se convierte en una hermosa, la más hermosa prueba de que los héroes –y las heroínas- sí existen, aquí y ahora.

Wednesday, November 18, 2009

there goes my Hero, watch him as he goes

Según la Real Academia de la Lengua Española:

héroe.

(Del lat. heros, -ōis, y este del gr. ἥρως).

1. m. Varón ilustre y famoso por sus hazañas o virtudes.

2. m. Hombre que lleva a cabo una acción heroica.

3. m. Personaje principal de un poema o relato en que se representa una acción, y especialmente del épico.


Yo creo que si existen los héroes, pero nadie sabe que los hay, ni los héroes mismos saben que lo son.

Definitivamente el estereotipo del héroe gringo ha venido a bombardear los cerebros endebles y las mentes frágiles de nuestro país, y de muchos otros.

Ese super hombre vestido de mayitas o con metal en el cuerpo, o con aparatos modernos que combaten a un tarado que se pinta la cara para cometer crímenes, no es más que una fantochada, dos pulgares abajo para este precepto.

Pero pues ni modo, así son los héroes para los niños de cinco años y alguno que otro adulto retrasado mental.

¡Bullshit! un acto heroico es tratar de alimentar a una familia de cuatro integrantes con un salario mínimo y no cometer un crimen en el intento.

Un relato épico es predicar con el ejemplo...

Un héroe es ese que le dice a sus hijos que deben devolver el dinero a una persona que se le cayó; el que le dice a sus hijos que quedarse con una cartera o un celular pudiéndolo devolver a su dueño está mal.

Un acto heroico es enseñarle a tus hijos que dar mordida está mal, que se deben respetar las señales de tránsito aunque toda la borregada no lo haga.

Un héroe es el que sabe que ser alevoso y ventajoso no es algo que deba llenarte de orgullo.

Una heroína es una madre soltera que trabaja doble turno para darle educación a sus hijos.

Eso es para mi un héroe... este post va dedicado a todos esos héroes anónimos que nunca estarán en una película o en algún cómic,

Sunday, November 15, 2009

There goes my Hero, Watch him as he goes

Mi hermano Manuel, seis años mayor que yo, era mi compañero de pelas y juegos, marinero en la alberca, teniente en la tierra, éramos inseparables... O eso recuerdo yo, pues las cosas cambiaron en el año que yo cumplí 5 y él 11. Dejó de ser dinámico y carismático justo en un viaje que hicimos a Manzanillo, me parece. En lugar de jugar conmigo guerras de agua, se pasaba las tardes en el bar del hotel tomando rusas de Coca-Cola, triste, distinto. 
Mis padres comenzaron a alarmarse cuando se dieron cuenta de ello, pues su sed insaciable era totalmente anormal. Asustados, decidieron llevarlo al médico, sospechaban que podía tener diabetes: dicho y hecho, diabetes infantil le detectaron. Tanto mi papá como mi mamá se volcaron en él, era obvio, pero a mí me hacían mucha falta. 
Pasados los meses, Rafa, mi otro hermano 12 años mayor, se dio cuenta de que yo estaba a la deriva mendigando cariño, pero entendiendo también que no podía obtenerlo; se acercó a mí y me llenó de vida nuevamente, fue mi padre, mi madre y ambos hermanos, el ancla que mantuvo mi niñez a flote hasta que tuvo que tomar su rumbo: Decidió irse a Kansas con su novia para estudiar la maestría. No ha vuelto desde entonces, yo tenía once, él 23 (creo)... A veces pienso que mi momento más triste, fue cuando lo vi desaparecer en el aeropuerto junto con su vida entera metida en una maleta. 


*Este post es dedicado a Manuel y Rafa, mis dos héroes. 

There goes my Hero, Watch him as he goes

Yo no tengo héroes. Puedo escribir una lista de nombres de gente que admiro. Por ejemplo, creo que la pareja Lennon/McCartney ha tocado el corazón de infinidad de gente, lo cual me parece de verdad admirable. Gustavo Cerati y su Soda Stereo abrieron la brecha a los grupos de rock en español de los últimos treinta años. Jamás he visto a alguien entregarse en una cancha de futbol como a Raúl González Blanco, lo cual casi me ha llevado al borde de las lagrimas. Los diálogos de las películas de Tarantino me parecen una obra maestra y los libros de Mario Puzo te envuelven de tal forma que te involucras directamente en su mundo de mafiosos jodidos. De nuevo, los admiro pero no podría llamarlos héroes.

Creo que los heroés estan extintos. Son un concepto del siglo pasado. Campbell habla en "El héroe de las mil caras" acerca del camino del héroe, George Lucas se baso en este arquetipo para construir su primera trilogía de Star Wars. Tolkien usa la misma estructura en el Señor de los Anillos. Pero por mas que busco en mi vida y mis alrededores. No he sido capaz de encontrar un solo héroe.

Tuesday, November 10, 2009

See, I´m stuck in the city, when I belong to a field

 

Amo a mi ciudad y al mismo tiempo estoy cansada de vivir  en ella. Han pasado ya muchos años desde que me di cuenta que Guadalajara no es lo mío y tampoco lo  son las grandes ciudades. Añoro vivir en una ciudad pequeña, tranquila. Será quizá porque San Cristóbal de las Casas en Chiapas y San Miguel de Allende en Guanajuato se robaron por completo mi corazón y cuando pienso en mi prototipo de ciudad perfecta de inmediato me remito a esas dos.
A veces pienso que estoy atrapada aquí, pues ha habido un par de ocasiones en que he tenido la oportunidad de irme y cuando ya casi todo está listo, los planes cambian de manera radical y tan simple como eso, me quedo donde mismo. A pesar de ello, soy de la idea de que las cosas pasan por algo, hago paz con ello e intento disfrutar mi estancia, aquí y ahora. Tengo mi plaza favorita, mi café favorito y año con año espero con ansias tanto la Feria Internacional del Libro como el Festival Internacional de Cine.

Orgullosamente tapatía, eso soy. Y es todo esto una especie de amor-odio tan inefable y contradictorio…
Me gusta que a pesar de ser una gran ciudad conserva su toque de provincia. Ergo detesto verla cada vez más sucia, más descuidada, más llena de contaminación y menos oportunidades.

Cada vez que me ha tocado hacerla de guía de turistas me apasiono de mi ciudad de tal manera que pareciera que la turista soy yo, tomo fotos, paseo emocionada, descubro cosas nuevas, rincones nuevos y me detengo a conversar con las personas que tienen alguna historia para compartir.
Lamento decir que es probable que no sea yo la guía de turistas que cualquiera podría querer ya qué, por alguna extraña razón siempre pero siempre termino perdiéndome a mí y a mis visitantes.

Me gusta Guadalajara y me gusta su gente, el olor a tierra mojada y sus edificios tan llenos de historia. Es probable que no viva aquí el resto de mi vida, pero el cariño que le tengo y la emoción que me provoca hablar de ella, permanecerá siempre en mí.
 

see, I'm stuck in the city, when I belong to a field

Cuando Frank me platicó acerca del tema que tocaríamos esta semana, la cabeza se me puso a trabajar inmediatamente, '¿qué voy a escribir, si a mí me pasa al revés, siendo y viviendo en Guadalajara, pero queriendo habitar el Distrito Federal?', supuse que mi mejor opción era hablar de ello pero a la inversa, y no, desistí. Pensé luego en tocar el tema de mi infancia y de cómo odiaba ir a la huerta que mi papá tenía, sólo que también era la situación invertida, y pues no... Pero ahorita, que abrí mi computadora, recordé algo que va más o menos así: 


Ella era pobre, no tanto como los demás, pero pobre al fin. Su familia era feliz, trabajaban y vivían con humildad, hasta que su padre murió. Las cosas en casa comenzaron a ponerse feas, y su madre cambió de actitud repentinamente, como si el hecho de enviudecer hubiese significado cambiar radicalmente la máscara y el vestuario que había llevado toda su vida: Consiguió a otro hombre, y con su llegada, se aproximó la despedida de Malintzin, nuestra protagonista. 
Su madre, al juntarse de nuevo, decidió vender a Malintzin como esclava y olvidarse completamente de su existencia. A sus siete años no sabía mucho de la vida, pero sí lo suficiente como para sentir que aquello no era lo correcto. Vivió mucho tiempo en 'su nuevo hogar' de distinta lengua, sumisa y modesta, invisible. Hasta que llegaron los supuestos Dioses... El imperio no hablaba de otra cosa, los presagios indicaban que Quetzalcóatl estaba próximo a volver, Moctezuma creía fervientemente en ello, quería que su pueblo hiciese lo mismo, pero todos desconfiaban. 
Cuando se dieron cuenta de que quizá los Dioses no eran tal, el patrón de Malintzin decidió vendérsela. Los blancos la tomaron como una posesión no muy valiosa, pues todas las mujeres que llegaban a ellos, eran tratadas de la misma manera, hasta que se dieron cuenta: la esclava dominaba a la perfección tanto el maya como el náhuatl, tal suerte de viajera involuntaria la llevó a ser más que una simple 'puta sin alma', ella entonces se convirtió  en Marina, la mujer que Hernán Cortés deseaba secretamente, pero que por estrategia no podía tener. 
Malintzin, a pesar de haber corrido con un poco de fortuna, añoraba con lágrimas en los ojos todo aquello que perdió con la muerte de su padre, y lo siguió haciendo incluso cuando su seno había sido dueño y testigo de la manera en que nuestro país se hizo mestizo. 


No es un texto muy bien documentado, hace bastante tiempo que no leo nada al respecto de La Malinche, pero me parece que si algún hermano mexicano alguna vez se siente atrapado en una ciudad, cuando verdaderamente pertenece al campo, deberá identificarse con ella, pues fue la primera de los nuestros en estar atrapada en una ciudad que ni siquiera había sido suya, pues el yugo Azteca la había oprimido: eran las ruinas de la ciudad a la que le debía respeto, pero con aquella transformación, sólo le despertaba un imponente miedo. 

Sunday, November 8, 2009

see, I´m stuck in the city, when I belong to a field

Hace cuatro años mi papá se mudó a Querétaro...

Yo tuve la desgracia de nacer en el Distrito Federal, afortunadamente nunca he vivido en él, cerca siempre, pero nunca en él.

A mi normalmente me caga la capital de este país, me caga su abundante gente naca, inculta y facilmente corrompible, me caga el tráfico, me caga el smog, me caga el desmadre, me caga su delincuencia, me caga la gente que se sube al metro y apesta a madres, me caga la gente que maneja como pendeja, me caga tanta basura, me cagan sus asesinatos y secuestros, me caga su policía corrupta, la altura me importa un carajo, más pero sin embargo me ha dado muchas cosas.

Cuando mi papá se tuvo que mudar por razones de trabajo, constantemente nos decía que él se regresaba al D.F. sin ningún problema, que le gustaba más que la provincia, al contrario que a mi, que me gusta mucho el estado de Querétaro, si pudiera irme me largaba sin pensarlo, el D.F. se convertiría en un recurrente destino turístico tal vez, pero lo mío lo mío es la tranquilidad, específicamente la de Qurétaro, los demás estados que conozco la verdad apestan.

Yo siempre he dicho que en esta porquería de lugar se puede hacer cualquier cosa que se pueda hacer en provincia, excepto claro, ir a una playa; y aún así me iría sin extrañar casi nada. Actualmente existen muchas razones por las que simplemente no puedo irme tan fácil de esta mugre de lugar.

¿Ven? estoy atrapado en esta porquería de ciudad, cuando yo pertenezco a los espacios sin ruido y sin cemento.

Disculpen tantas groserías, pero es lo que esta ciudad merece y lo que me inspira.

Thursday, November 5, 2009

See, I´m stuck in the city, when I belong to a field/La ciudad de los palacios

A mi el trafico de la capital me la pela. Me jacto de poder llegar de un punto de la ciudad a otro en menos de una hora. Estoy mas que acostumbrado a la altura y al smog y me siento como pez en el agua tanto en el metro como en los micros. En mi blog tengo una etiqueta llamada "Las luces de esta ciudad" ¿Necesito explicar de alguna otra forma cuanto me gusta la Ciudad de México?

No se cuando empezó este romance que tengo con el D.F. Recuerdo que hubo un tiempo en el que pensaba en huir con la primera oportunidad que tuviera. Literalmente en mis viajes descubrí que ninguna ciudad le llega a los talones al chilango. Tiene un poco la magia de Nueva York, tan es así que hasta tenemos nuestro propio Central Park. Tenemos un poco de ese glam de L.A. en las reputisimas Lomas y el vicio y la perversión de Las Vegas.

La belleza de la ciudad se aprecia mejor de noche. No en un viernes o un sábado. Para mi no hay nada como manejar un lunes o un martes a las dos de la mañana, cuando todo esta a media hora de distancia. He caminado calles oscuras y avenidas importantes a todas horas y en todos lados. La ciudad me ha acompañado en las buenas, en las malas y en las peores. Ha sido paño de lagrimas y alfombra roja de mis exitos. Y supongo que estamos a mano con toda la publicidad que siempre le hago. Así es que si algún día anda por acá, ofrezco mis servicios como guía de turistas.

Wednesday, November 4, 2009

siempre los cariñitos me han parecido una mariconez y ahora hablo contigo en diminutivo con nombres de pastel

Cuando empezaba a tratar con Raúl mi novio, solía llamarme 'Ice queen', bromeaba con que si al hablar por teléfono él me decía 'cuelga tú', yo lo haría sin titubear. Me reía mucho, pero no porque mintiera, sino porque describía a la perfección mi personalidad fría y tiesa. 


No me acuerdo si de niña era igual de hostil, pero casi puedo asegurar que en el tiempo en el que engordé en cantidades industriales, fue cuando huí de la gente, creía que si se me acercaban iba a ser para insultarme, así que decidí ser grosera y atacar yo primero, so boba... Bueno, a decir verdad tampoco era TAN sangrona, pues disfrutaba mucho los apapachos de mi mamá (a veces) y hermanos, pero de ahí en fuera, que nadie se me acercara. 


En la secundaria mis amigas me abrazaban mucho, y yo no sabía cómo tomarlo, pues sus comentarios eran algo así: 'Ay Adi, eres bien abrazable' 'Estás como acolchonadita', cosa que me hacía sentir cual oso gigante, pero luego aprendí a apreciar las muestras de afecto... Aunque no lo suficiente, y me di cuenta de ello cuando tuve un novio que decía, me iba a enseñar a abrazar... Lo repito: me iba a enseñar a abrazar, o él estaba muy tonto, o yo era una tabla. Prefiero la primera opción...
Pasó el tiempo y sentía que me iba endureciendo día con día, pero con aquel chiste que hizo Raúl de la llamada telefónica, me di cuenta que tenía que cambiar, y cuando lo conocí en persona, puse manos a la obra: Él vive en el D.F y yo en Guadalajara, lo cual representaba un problema para mi rigidez sentimental, y bueno, me solté, ahora cada que nos despedimos lloro, lo abrazo, lo apapacho, y no lo bajo de 'mi niño precioso'. Es por ello que siempre recuerdo esta gran canción de Mecano y se me inundan los ojos de lágrimas... Lo que nadie logró en toda una vida, Raúl lo hizo en unos minutos, mi panquecito de chocolate. Te amo.