A veces nos sentimos con deseos de oír una canción y nada más fácil que ponerla en el reproductor o poner el disco en cuestión. Y hay otras ocasiones en que la vida nos sorprende y nos coloca en un lugar en cierto momento para poder escuchar lo que tiene que decirte.
Phoenix - Rome
Tres de la tarde: A diferencia de lo que se podría esperar el sol está a pleno en un día de diciembre, conduzco por las calles de la ciudad de regreso a casa. Un rock-pop francés ambienta el lugar y de pronto me invade lo que la gente llama felicidad, porque a veces en la soledad se puede ser feliz y porque la música siempre tiene el poder de desencadenarlo.
Maná – De los Pies a la Cabeza
Un Topaz gris, veníamos recorriendo la ciudad, como lo hace cualquier grupo de jóvenes universitarios, sin motivo alguno, buscando un plan con ningún impedimento más que la cantidad de gasolina en el tanque. Algunas de las personas que viajábamos en ese carro no eran ni son mis grandes amigos, pero ahí después de un final de año y de semestre horribles me sentí vivo de nuevo.
The Beatles - All my Loving
La sala de mi casa estaba alfombrada, había días en que mi hermano y yo nos la pasábamos jugando y oyendo una y otra y otra vez el With the Beatles en un vinil de la colección de mi papá, no sé si él lo recuerda o no, probablemente sí porque es más grande que yo, aunque quizás no dejo tanta huella en él como lo hizo en mí. Los Beatles siempre han podido llegarle a cualquiera a cualquier edad.
Jumbo – Hasta que el sol se Apague
La gente dice que no puedes olvidar tu primera vez, y es cierto, yo no he podido olvidar la primera vez que lloré en un concierto. El lugar fue la explanada del Estadio Azteca, un día de diciembre del año 2005. Abrieron con la canción en cuestión y sí, mis sentimientos estaban hechos un remolino esos días, aún así no puedo explicar la razón de mis lagrimas, quizás una parte de mí sabía del romance que estaba naciendo con Jumbo. El momento perfecto, con la canción perfecta, con la compañia perfecta.
Muy buena entrada, la verdad es que me espanté cuando leí eso de que no habías olvidado la primera vez, afortunadamente no era lo que yo creía.
ReplyDeleteTomemos en cuenta que tu primera vez estabas demasiado ebrio como para recordarlo.