Ejercicio 2: No soy mala hierba, solo hierba en mal lugar

Yo nunca me he considerado una buena persona, pero tampoco una mala.

Recuerdo que cuando tenía como 13 años en alguna ocasión intenté darle clases de educación sexual a los amigos de mi hermano que eran como 4 años más chicos que yo, ¿mal hecho? tal vez, yo siempre he estado en contra de la ignorancia, y en ese momento esa era mi forma de combatirla.

Dicen que la mala hierba nunca muere, y la historia que contaré a continuación ejemplificará perfectamente este viejo adagio.

Corría el año del 2003 aproximadamente. Eran tiempos del Rector Valadez* en la ULSA, nuestras jóvenes almas se entregaban a la vorágine del fin de la adolescencia y el inicio de la edad adulta. Por aquellos días teníamos un círculo de amistades, de quienes yo tenía opiniones bastante buenas, creía que todos eran personas muy nobles y honestas ya que todos venían de estudiar en escuelas de inspiración Cristiana.

Pero oh santa puta sorpresa! a excepción de uno de ellos, los demás ojetes eran todos unos verdaderos hijos de la chingada, disculpen mi francés pero no encuentro otras palabras para definir a esos vómitos del infierno, de verdad que uno nunca termina de conocer a las personas.

Y es que un integrante de aquel círculo social se encontraba en una disyuntiva, hacer caso a su cerebro o hacer caso a sus hormonas y tal vez ir a la cárcel. El pobre aquel, quien era mayor de edad, tenía una novia menor de edad que le estaba pidiendo insistentemente que tuvieran relaciones sexuales, se encontraba muy confundido y decidió pedir consejo a sus amigos... grave error.

Qué debo hacer? pregunto a cada uno de ellos y todos los culeros, salvo uno(ya lo había dicho) le contestaron prácticamente la misma respuesta:

Pues cógetela cabrón!

Y él, fiel a sus principios y valores, decidió hacerle caso al único que dijo que no lo hiciera, y vivió feliz para siempre.

Pero aquí no acaba la historia, más de un lustro después; aquel casi extinto círculo social, ahora reducido a tres integrantes prácticamente, pasaba una vez más por problemas de faldas.

Dos de ellos se encontraban en ascuas por culpa de dos mujeres respectivamente, el tercero de ellos que en ese momento estaba soltero y seguía siendo un mal parido, les dió los siguientes consejos a cada uno:

Al primero de ellos le dijo:

-Mira, lo que tienes que hacer es cogerte a esa vieja y no volverla a ver nunca-

Y al segundo le aconsejó lo siguiente:

-Mira, lo que tienes que hacer es cogerte a esa vieja y no volverla a ver nunca-

Ese vato, es una mala influencia, seguramente él aconsejó al matón del metro para que hiciera lo que hizo. Ya me lo imagino diciendo:

Y si no te dejan pintar las paredes, meteles un plomazo

Por el bien de la sociedad ese brother debería ser exiliado a una isla desierta, hierba mala nunca muere.

Tal vez no sea mala hierba, simplemente es hierba en mal lugar; yo como soy un santo le brindo el beneficio de la duda, por cierto esos dos últimos consejos que dio a sus amigos, los dio hace una semana, el mismo día del asesinato en el metro.

*El rector Valadez fue acusado recientemente de acoso sexual a sus alumnos.